Por: Dr. Armando Joya
Primero, gracias a los organizadores de este evento, el entusiasmo que muestran para seguir con este tema del turismo médico. Me pidieron que platicara un poco de la experiencia de la curva de aprendizaje; lo que hicimos bien, lo que hicimos mal, lo que no queremos que hagan mal ustedes, que se lo ahorren, que ya lo brincamos nosotros. Y es parte de lo que vamos a tratar de platicar.
A través de diferentes presentaciones, hemos buscado la manera de interactuar con nuestro público, además de aprender de “lo malo que no queremos”, lo que parecieran ser retos, que es de donde todos podemos aprender. Bueno, primero muchas gracias. Bienvenidos los que no son de aquí, del mejor destino del mundo, decimos los “patas saladas”. Nosotros iniciamos hace veintidós años, para ser exactos, con el tema del turismo médico.
Y digo “nosotros” como grupo de cirugía bariátrica, pero no como fundadores del turismo médico. Este tema lo hemos vivido nosotros en nuestra comunidad históricamente, desde nuestros papás y nuestros abuelos que se iban a Tepic o que se iban a Guadalajara; eso es turismo médico, el desplazarse a otro destino con la finalidad de recibir atención médica. Cuando nosotros nos dimos la tarea de iniciar con el tema de cirugía bariátrica tuvimos muchos obstáculos, y de todo tipo. Tengo que reconocerlo y decirlo abiertamente. Ante nuestro propio equipo multidisciplinario, las nutriólogas decían: “¿Cómo te vas a operar? Eso no es cierto, yo te puedo bajar con la dieta; tú puedes”; cuando es una indicación ciento por ciento clínica, teniendo en cuenta los conceptos de obesidad. Y luego decían: “No, pues, para que te convenzas, te voy a mandar con la psicóloga”. Y la psicóloga les decía: “¿Qué es eso de cirugía bariátrica? No, pues, estás mal, ¿no? Yo con diez sesiones, vas a ver que tú puedes hacerlo”.
Y, peor tantito, nuestros propios colegas endocrinólogos, cardiólogos e internistas decían: “No, no, es que esto es de alto riesgo. No vas a poder con esa cirugía”. Conforme pasó el tiempo, afortunadamente, y con documentación científica, se hizo oficial el tema del equipo y tratamiento multidisciplinario, y ese fue un gran logro para poder hacer cada vez más ordenada y segura la cirugía. Pero eso no fue todo, iniciamos con el tema de cómo traer a los pacientes y cómo promover nuestro destino. Un pequeño paréntesis, sobre lo que platicaba el doctor Max: unas de las cosas en las que nos hemos ocupado como país son las autoridades de regulación sanitaria y la certificación de los doctores, que va de la mano también con el tema de certificación de los hospitales. Dentro de la OCDE estamos muy bien posicionados, específicamente en ese rubro.
En los hospitales exigimos cada vez más la credencialización de nuestros médicos, y que nos demuestren que en realidad son médicos certificados, además de que los procedimientos que ellos ofertan cuenten con una verdadera certificación para hacerlos dentro de un hospital. Y, como ya sabemos, hay muchísima demanda de turismo médico, pero hay que ser muy realistas, todo empezó con un gran objetivo por parte de los pacientes, que era buscar un precio accesible. Si nosotros comparamos todos los procedimientos, no hay uno que tenga un precio igual que con el que cuentan en el extranjero; entonces ese es el motivo principal por el que los pacientes empezaron a voltear a otros destinos fuera de su país.
Y no solo buscan precios accesibles, sino también —por qué no decirlo— la experiencia de los médicos en México. En Latinoamérica, en cuanto a los procedimientos, los doctores están en contacto con los pacientes muchísimo más que los médicos de los grandes países desarrollados; esto debido a la curva de aprendizaje, ya que cuando ellos desarrollan el procedimiento dentro del paciente, la curva es más lenta.
Entonces, ya tenemos dos factores a favor: el precio y la calidad de atención en cuanto a los procedimientos quirúrgicos de nuestros médicos calificados. Contamos con la calidad en los servicios que al día de hoy tenemos que ofrecer, y ofertamos los mismos equipos de imagen, de monitoreo y de infraestructura hospitalaria que cualquier hospital. Y por qué no decirlo, nada está oculto debajo de la nube; entonces, si un médico quiere inter consultar en otro país, sencillamente se puede compartir la base de datos; por lo que tenemos que estar a la vanguardia, dado que muchas veces dicen: “¿Qué tipo de resonancia te van a hacer?”, “No, pues que es de tres telas”, “No, pues aquí están tres telas, es exactamente la misma máquina que tienes en Estados Unidos”.
Entonces, la demanda nos ha hecho estar prácticamente equiparables en el tema de infraestructura y seguridad, no tanto el tema de seguridad que se habla en todo el país, estamos hablando de seguridad para el paciente, que va de la mano de la certificación y de los departamentos de calidad del hospital para que, efectivamente, el paciente se sienta seguro en cuanto al procedimiento médico que se le va a realizar.
Otro tema es la reputación; benditas y malditas redes sociales, cualquier cosa o mitote ya es viral, entonces debemos cuidar muy bien nuestra reputación. ¿Cómo? Haciendo bien las cosas. Como dice Max, no prometiendo lo que no vamos a realizar, y no engañando al paciente, porque ahorita todo sale a la luz.
El tema reputacional es un tema muy importante. Y otra gran ventaja que tenemos como destino, envidiable, obviamente, es lo de la conectividad, tanto en el extranjero como cuando nosotros hacemos un congreso médico aquí en la ciudad, que es de los más taquilleros, porque hay muchísima accesibilidad por todo Jalisco, Nayarit, El Bajío, etcétera; entonces estamos muy privilegiados con el tema de conectividad. También está el tema de los seguros de gastos médicos dentro de la medicina turística. Cuando un turista tiene alguna adversidad, entra el seguro internacional, porque es una emergencia. Pero ahorita, con el auge del turismo médico, ya se están acercando compañías aseguradoras, principalmente de empresas como Walmart y Coca-Cola, en Estados Unidos, que ya están tramitando póliza de gastos médicos para sus colaboradores y que, así, entren de forma directa con nosotros. Y no solamente en el tema del turismo médico, estético o bariátrico, sino también con una enfermedad dentro de todas las que te cubre una aseguradora convencional de gastos médicos mayores.
¿A dónde están viajando? Primero que nada, dentro del privilegio como país que colinda con Estados Unidos y Canadá (aparte de toda la franja, toda la extensión de nuestra frontera), desde Tijuana hasta Reinosa es muy fácil que los pacientes pasen a recibir una atención médica. Entonces, obviamente nuestra fuerza principal de turismo médico se encuentra en la frontera. Posteriormente, el lugar donde la comunidad de expatriados se viene a retirar. Entonces, los catalogamos como los “pueblos mágicos” o “destinos de playa”, como viene el siguiente punto; e históricamente hablando, como hace mucho se iba bastante gente a Houston o a Phoenix, bueno, pues prácticamente también aquí sigue habiendo esa migración a las ciudades importantes.
Una de las cosas que adolecemos en nuestro país es el tema de la estadística, y nosotros, los médicos, también tenemos mucha culpa, porque no reportamos lo que hacemos, pero bueno, a continuación, se observa esta fuente de la Secretaría de Economía, que representa la industria del turismo como país en un lapso de diez años.
En 2008 representaba 1,700 millones de dólares, y para 2018, 5,300 millones. La curva hacia arriba en el tema del turismo médico, el turismo de bienestar, se ha estado buscando; ahí está, está presente, no es nada despreciable, sin embargo, creo que hay mucho que hacer en el turismo de bienestar. Sumando los dos, pueden ver las cantidades en la gráfica. Y hablando del factor principal —sin decir que sea importante el tema de la infraestructura hospitalaria, de la calidad de los médicos—, sigue siendo el factor económico. Entre los casos que tenemos está, por ejemplo, Baja California, que en 2020 generó 1,081 millones de dólares por concepto de turismo médico. Otros ejemplos: básicamente, la diferencia de porcentaje en el precio promedio de Estados Unidos contra aquí, en México, van del 46 % hasta el 64 % menos en alguno de los procedimientos más frecuentes.
En Baja California —que, la verdad, mis respetos a este estado, porque ya tiene una Secretaría de Turismo para turismo médico como entidad propia del estado— están atendiendo en realidad la demanda y están muy bien organizados. Entonces, vean nada más la derrama económica de 2019 en la siguiente gráfica, y contrario a lo que pensamos en 2020, previo a la pandemia, duplicaron los porcentajes. ¿Por qué? Porque muchos pacientes prácticamente estaban sin trabajar y aprovecharon para irse a atender. Entonces, a mí me sorprendieron nuestros colegas en Baja California cuando me dijeron: “No, pues no estamos cerrados”, “No, pues a nosotros nos duplicó la demanda del tema de turismo médico”.
¿Y qué pasa con los otros? Si vemos de manera proporcional la cantidad de turismo médico en Baja California, quiere decir que se desplazan específicamente para recibir atención médica. ¿Por qué nosotros, si tenemos un promedio de siete millones de turistas, solamente convertimos el 12 % de nuestros turistas en turismo médico? Siempre lo hemos hecho de forma aislada, pero nunca nos hemos podido organizar. Me dan mucho gusto los foros, pero, a la vez, veo que pasan los años y no podemos encontrar o descifrar el hilo negro, porque no nos apoyamos todos. ¿A qué voy? Esta es la cadena de valor del turismo médico, del que estamos todos familiarizados. Nosotros empezamos con el tema de que no había redes sociales, nos publicitamos una vez a la semana en el periódico, que nos costaba un dineral en Estados Unidos; pero bueno, era el tema de empezar a darnos a conocer, y apenas despegaba el tema de las redes, no de redes sociales, de Internet. Después, obviamente, estaba el tema de las aerolíneas; y en los hoteles nos veían como que “tú no perteneces aquí”; se imaginaban que el paciente iba a andar con un suero, con gasas y con sonda, entonces decían: “No, no, no, yo no quiero a esos pacientes, se me van a asustar los demás”. Y yo les decía: “Espérame, si tú vas a un hospital y te mandan a casa, pues no te mandan con todo; no necesitas oxígeno, no necesitas nada”. Por lo que al principio fue muy difícil platicar con ellos y que lo fueran entendiendo; ahora ya todo el mundo nos abre la puerta. En los hospitales decían: “Pues, para empezar, me estás trayendo un extranjero, ¿por qué le voy a hacer un descuento? Tiene para pagar, viene para acá”. No, viene para acá porque viene por precio. Nos costó un poquito de trabajo adaptarnos en el tema de precio de hospitales; y luego está, obviamente, la derrama económica, que es hacia las playas, restaurantes, spa, los vendedores artesanales y el destino como tal. Pero, ¿cuándo hemos visto que por parte de la aerolínea digan: “Te voy a regalar una paginita para que vean que hay algo que pueden hacer, no nomás playa”? ¿Tenemos un hospital, un paquete de artroscopia, tenemos esto? Indirectamente, después les va a dar más flujo a ellos. ¿Cuándo hemos visto que, en los hoteles, a los cuales les generamos cuatrocientas, quinientas habitaciones por año, nos den un pequeño espacio en su televisión que diga que hay algunos procedimientos médicos?; y así podría seguir. Vamos a un restaurante y en el baño del lugar nos ofrecen: “Vete a Yelapa, vete aquí, vete allá”. Sí, reciben a nuestros pacientes y a nuestros familiares, pero no podemos cerrar ese círculo, lo más difícil del turismo médico es que el paciente vuele, ya lo tenemos aquí, tenemos cruceros, tenemos llenos los hoteles, y no nos apoyamos entre nosotros.
¿Qué hemos hecho?, ¿qué es lo que hacen todos ustedes? No hay nada oculto. Primero, la página de Internet, y, actualmente, también el tema de las redes sociales, así como ir a las ferias. Ahora, como nosotros nos estamos reuniendo, también nos tocó, en su tiempo, ir a Estados Unidos a promocionar; donde estamos nos facilita mucho el destino. También es muy importante lo que ofrecemos. En muchos lados, cuando se trata de México, como que piensan que van a venir a vernos en caballo todavía, en sombrero, y cosas por el estilo. No. Vean quiénes somos: hospitales certificados, hospitales con certificaciones internacionales; y no lo digo yo, lo pueden constatar no solo en redes sociales, sino a través de las redes de hospitales certificados tanto del país como la filial en el extranjero. Hay que ser muy coherentes con lo que ofrecemos y con lo que van a venir a ver aquí con nosotros.
Después de iniciar con la labor de convencimiento de que ya estaba científicamente comprobado, ¿qué tuvimos que hacer? Formar nuestro equipo multidisciplinario, algunos nos vemos igual o peor que hace catorce años, pero bueno, esa es la clave de hacer todo muy protocolario, ser muy repetitivo y darle a cada quien lo que le corresponde y lo que tiene que hacer. Tienen que ver que el paciente sienta que está en casa —como dice Max—, que entendemos su ideología, su cultura, porque están confiando al ciento por ciento en nosotros; vienen de otro país, el sesenta por ciento vienen solos, ahí le encargan los niños al esposo. “Doctor, le pido mucho que le avise a mi esposo que todo está bien”, vienen, completamente, confiando en nosotros. Esto impacta mucho, ayuda, pero siempre hay que ser muy honestos, hay que decir que esto no es magia, esto es un equipo y tratamiento multidisciplinario, si no, van a decir: “Es que, si no regreso, y me van a hacer otro procedimiento”. Esto es muy motivador para todos nosotros, a esto nos dedicamos, para que se sientan bien, esto no es estético, es salud, y, obviamente, dentro de la salud está su autoestima, su integración a la sociedad, y esto es muchísimo más gratificante para nosotros.
De nuevo, ¿con quién competimos? Con todo el mundo. Hay clínicas, por ejemplo, de fertilidad, y nos sorprende que no solamente vienen de Estados Unidos y de Canadá, vienen muchos pacientes europeos a atenderse en clínicas de fertilidad. Perdón por ser muy repetitivo, pero tenemos que garantizar que nuestra calidad e infraestructura están a la vanguardia; orgullosamente lo estamos, no solamente aquí, sino también en varios lugares vecinos del país. La industria del turismo médico está en pleno desarrollo.
Les invito a que nos unamos, que continuemos haciéndola crecer. Tenemos un destino extraordinario, y a pesar de los tiempos de crisis, de la pandemia que atravesamos, y en los que, desafortunadamente, algunos sectores nos vimos afectados, nos fortalecimos y avanzamos. Muchas gracias.